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jueves, 29 de agosto de 2013

Una historia real sobre extensiones de cabello y traseros operados

Una noche mientras que señor novio y yo hacíamos la cena caímos en el tema de conversación del momento en el país: el robo de cabello!, después de varios minutos diciéndonos mutuamente lo patético, absurdo y degradada que está la sociedad me di cuenta que mientras yo hablaba del hecho de que te roben el cabello, él hablaba del hecho de que las mujeres tengan que comprar a cualquier precio cabello de otra persona, me quedé fría, automáticamente recordé que yo las busqué en mercado libre y me vi n vídeos en YouTube de como ponérmelas y sin pensar por un segundo si a él le gustaría verme así. 

Después que regresé de mi flashback le oí todos sus argumentos del por qué él considera patético que una mujer use extensiones de cabello para alcanzar los estándares de belleza que impone una sociedad altamente superficial como la nuestra, yo por supuesto le dije que no criticaba para nada a las personas que las usan y que incluso yo quería comprármelas, que si eso hace que una mujer se sienta mejor y su autoestima suba no entiendo por qué debemos criticar, sin embargo él seguía argumentando que este país se está llenando de mujeres vacías que sólo les preocupa el físico sin darse cuenta que se ven horribles llenas de tanto plástico; yo traté de explicar el por qué una mujer lo hace y que esto no es motivo para pensar que es una descerebrada, pero me puse a la defensiva y cuando esto pasa mis argumentos nunca son válidos.

Días después estábamos en la feria de comida del Sambil en Valencia y señor novio me dice: "mira a esa chama", cuando volteo veo a una mujer con las extensiones más mal puestas que he visto en mi vida y un trasero con una etiqueta que decía "Hecho por el Dr. X", era tan pero taaaan exagerado que la miramos de arriba a abajo no por lo buena sino por lo chabacana que se veía (a pesar de su candybag Furla), anda! que una cosa es tener el trasero grande y otra es tener dos pelotas de basket pegadas atrás. 

De una vez comencé a despedazarla y enumerar las fallas que la hacían ver tan horrible para miiiiii, porque aunque soy pro-extensiones de cabello y pro-cirugías la idea es que no se note que eres operada y que ese cuerpo no es original de fábrica. Él enseguida me dice: "ves lo que te digo?".

Pero esta vez con cabeza fría le dije: "mira a tu alrededor, hay más mujeres normalitas que operadas aquí, aaaquí en uno de los lugares más sifrinos de Valencia, lo que pasa es que esa mujer llama tanto la atención (ya sea porque algunos la consideran horrible u otros la consideran mamita) que opaca el resto y crees que todas las mujeres se están volviendo así, no te creas somos muchas las que no vivimos para el físico", para finalizar me dio la razón y antes que se arrepintiera di por cerrado el tema.

Pero al final de cuentas hay algo en que le doy la razón, muchas se operan no porque lo necesiten o porque eso mejorará su relación con ella misma, muchas se están operando para gustarle a otros aunque ellas mismas no se gusten, o peor aún, se están operando por el faranduleo y para que todos se den cuenta que ella si puede costearse una cirugía plástica, lo siento pero para mi a este tipo de mujeres no hay nada que le quite tanta mediocridad.